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Fisioterapia de suelo pélvico en liquen escleroso vulvar

19.01.2024

El liquen escleroso es una patología autoinmune que afecta negativamente al tejido vulvar, anal y a la mucosa vaginal. Se manifiesta con un cambio en la textura y el color (palidez) en la zona vulvar y perianal, habitualmente en forma de ocho. También es habitual sentir picor, sensación de irritación o quemazón, por lo que es fácil confundir su clínica con una candidiasis o una dermatitis. 

Otra característica del liquen es que la piel se vuelve muy frágil y va sufriendo microlesiones con el roce o la presión. Las cicatrices secundarias a estas heridas provocan un estrechamiento progresivo de la entrada de la vagina. Y, a consecuencia de estas lesiones, es habitual padecer dispareunia, es decir, dolor en las relaciones sexuales por la reacción cicatricial asociada.

En casos más avanzados, el liquen puede provocar cambios estructurales en la piel de los genitales externos; su avance puede conllevar cambios en la uretra, atrofia y fusión de los labios internos o invasión sobre el prepucio y el glande del clítoris, hasta cubrirlos totalmente. Esto último, se asocia con la presencia de fimosis y adherencias clitorianas. 

Debido a esta fragilidad en el tejido, también es habitual padecer heridas, fisuras y sangrado. De modo que es fácil entender por qué hasta el 60% de las mujeres con liquen escleroso padecen problemas sexuales, sobre todo, dolor en las relaciones sexuales.

La fisioterapia de suelo pélvico puede ayudarte en las fases iniciales del liquen escleroso

Si te han diagnosticado Liquen Escleroso, la fisioterapia de suelo pélvico puede ayudarte. En la primera fase del liquen escleroso, cuando los tejidos están cambiando, pero aún no se han fibrosado, la fisioterapia de suelo pélvico puede ayudar a mantener y prolongar la elasticidad vulvar.

En fisioterapia de suelo pélvico contamos con herramientas que también mejoran el flujo sanguíneo genital, lo que asegura mejor oxigenación y aporte de nutrientes a los tejidos vulvovaginales. Esto se logra mediante técnicas específicas de terapia manual para movilizar el tejido perineal, y tecnología avanzada como la radiofrecuencia, que nos permite estimular la regeneración del colágeno y, por tanto, mejorar el estado de las microlesiones y las cicatrices que se van formando en la vulva.

¿Cuál es la relación entre el tejido cicatricial y los músculos del suelo pélvico?

Con fisioterapia de suelo pélvico se moviliza el tejido vulvar y las áreas más fibrosadas, para ayudar a disminuir sus adherencias y devolverle movilidad.

Cualquier fibrosis o cicatriz en la vulva, afectará a los músculos circundantes. Concretamente, una fibrosis en los genitales restringe la movilidad de los músculos del suelo pélvico y también su función. Por lo tanto, la fisioterapia de suelo pélvico puede ayudar a las mujeres con liquen escleroso al trabajar suavemente las adherencias y las fibrosis.

El objetivo es mejorar el trofismo y aumentar la elasticidad. De esta manera, se reducen síntomas que afectan a tu calidad de vida y, específicamente, a tu vida sexual. Del mismo modo, la fisioterapia de suelo pélvico te puede ayudar a mejorar las adherencias del clítoris.

Dolor y vida sexual si padeces liquen escleroso

El dolor en las relaciones es una constante en la mayoría de mujeres que padecen liquen escleroso. La razón por la que sientes dolor en las relaciones sexuales es que la entrada de la vagina pierde elasticidad, se fibrosa, se hacen pequeñas fisuras que cicatrizan y así se va deteriorando.

Cuando tienes sexo con penetración, la entrada de la vagina no puede asumir ese estiramiento y se vuelve a lesionar en forma de pequeños desgarros que van a perpetuar el dolor. Estas pequeñas lesiones, cicatrizan y se continúa con el ciclo de deterioro del tejido.

En estos casos, es importante acudir a tu ginecóloga y/o dermatóloga y seguir el tratamiento farmacológico que te paute. Casi con total seguridad, te recetará corticoides.

Otros tratamientos médicos

Además de la aplicación de corticoides, la medicina regenerativa está avanzando mucho en el estudio y tratamiento del liquen escleroso vulvar. 

Se han desarrollado infiltraciones con principios biológicos específicos para la piel vulvar que ayudan a regenerar el tejido dañado. Así mismo, el láser médico o la radiofrecuencia ablativa también están ofreciendo buenos resultados en el proceso regenerativo. Y cobran protagonismo nuevas técnicas quirúrgicas a base de células madre obtenidas del tejido graso.

Romper el círculo del dolor

Si tu área genital está continuamente recibiendo estímulos dolorosos, los músculos del suelo pélvico se tensarán en un intento de proteger al cuerpo. El dolor es una señal que alerta de un peligro y pone en marcha patrones defensivos, como la activación del suelo pélvico a modo de "defensa". El cuerpo se prepara para hacer frente al estímulo peligroso, pero este incremento de tensión todavía contribuye más al dolor.

Gracias a la fisioterapia de suelo pélvico podemos trabajar esta cuestión movilizando la musculatura, al tiempo que trabajamos mediante educación terapéutica y pedagogía del dolor. Uno de los objetivos es reeducar al sistema nervioso para que deje de percibir ese estímulo como algo amenazante. Así disminuimos el ciclo del dolor. 

La terapia que se usa es la exposición gradual, de manera que vamos realizando estiramientos cada vez más amplios del suelo pélvico y de la entrada vaginal.

A medida que estos estiramientos se perciben más tolerables y menos amenazantes, se puede plantear una progresión hacia el sexo con penetración. Aunque todo va a depender de la progresión del liquen y del punto de partida en el que iniciamos el tratamiento físico.

El objetivo es que tu sistema nervioso reduzca su alerta y no identifique la penetración como un estímulo peligroso. De esta manera, se aumenta la tolerancia y los músculos de la entrada de la vagina pueden relajarse, lo que disminuirá el dolor durante la penetración.

El dolor que experimentan la mayoría de mujeres con liquen escleroso durante las relaciones sexuales es una combinación de tejido cicatricial y contracciones automáticas de los músculos del suelo pélvico.

Por otro lado, conviene prestar atención a otros posibles estímulos para sobrepasar la exigencia social de la necesidad de llegar al coito para validar nuestras relaciones íntimas. Busca asesoramiento con una especialista en sexología para abordar tu erotismo desde otras perspectivas más allá de la penetración y así enriquecer tu vida sexual, aunque padezcas una afección de esta categoría. Abre el abanico. No todo se reduce al coito.

Progresión del tratamiento

Entender cómo funciona tu sistema nervioso es fundamental para que puedas seguir avanzando en el tratamiento. El trabajo con terapia manual, masaje perineal y movilizaciones suaves del tejido vulvar también va a ocupar gran parte de la sesión. El abordaje se realiza en el área vulvar y, en cuanto tu umbral de tolerancia lo permita, también iniciamos un abordaje a través de la vagina.

Al insertar los dedos, habitualmente notamos una serie de músculos más tensos. Estos son los músculos que rodean la entrada de la vagina, es decir, parte de la musculatura del suelo pélvico. A lo largo de las sesiones, el tejido se va adaptando a las maniobras y conseguimos normalizar la tensión, y por tanto, reducimos el dolor.

Paralelamente, también es muy útil la aplicación de radiofrecuencia en la zona vulvar y, si es viable, de manera interna vaginal con un cabezal específico. Es un tratamiento agradable y muy bien recibido por las mujeres que padecen liquen. Es importante aplicarlo siempre y cuando no estés en un momento agudo o estrés sufriendo una exacerbación de los síntomas. En este caso, tendremos que esperar a que los síntomas vuelvan a estabilizarse ya que es recomendable que la mucosa no esté en fase inflamatoria aguda para poder beneficiarte de la radiofrecuencia.

La terapia de exposición gradual con entrenadores vaginales

Una vez que llegamos al punto de poder trabajar manualmente, te enseñamos ejercicios de masaje para que tú misma realices en tu domicilio. Del mismo modo, llega el momento de iniciar la terapia de exposición gradual, más conocida como el uso de entrenadores vaginales, dildos o dilatadores.

El dilatador o dildo es un elemento que te ayuda a progresar en la relajación muscular y te permite, en casa, seguir trabajando aspectos como el umbral del dolor o la elasticidad tisular.

Es importante que una fisioterapeuta especialista en suelo pélvico te asesore sobre el uso de los dilatadores. Muchos componentes influyen en cuanto a cuándo y cómo se deben usar los dildos, por ejemplo, la elasticidad del vestíbulo vaginal, la fibrosis, la intensidad del dolor, el grado de tensión muscular, etc.

Cuando uses tus dildos, el nivel de dolor ha de ser como máximo 3 sobre 10 (en una escala en la que 10 es un dolor insoportable y 0 representa la ausencia de dolor). El dolor superior a un nivel tres es captado y codificado por el sistema nervioso como peligro. 

Lo mejor es un enfoque lento, constante y dentro de umbrales muy tolerables de molestia leve, sin forzar el tejido.

Usa lubricante siempre que uses tus dilatadores, pero no uses los corticoides y el lubricante de manera conjunta, ya que la mezcla podría reducir la eficacia del medicamente. Aplica primero el lubricante, procede con tus ejercicios, limpia delicadamente la zona, espera un poco y, a continuación, aplica la medicación.

La terapia es más eficaz con tratamientos combinados y bajo supervisión de un equipo multidisciplinar.

¿Necesitas más ayuda? Reserva una cita conmigo y mi equipo, y te ayudaremos a resolver el problema.


Laura Pastor. Directora de Evexia Salut. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica y salud sexual humana. Psiconeuroinmunóloga clínica. Docencia y divulgación.