¿Estreñimiento crónico? ¡Puede ser disinergia defecatoria!
La disinergia defecatoria es una afección que puede resultar en estreñimiento crónico debido a la falta de coordinación adecuada de los músculos del suelo pélvico durante la defecación. Este trastorno, aunque común, es a menudo mal diagnosticado y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo padecen.
El estreñimiento crónico no siempre es lo que parece: la disinergia defecatoria puede ser la causa oculta. Por eso, en este artículo exploraremos qué es la disinergia defecatoria, cómo se diagnostica y los tratamientos más efectivos, con un enfoque especial en la fisioterapia del suelo pélvico.
¿Qué es la disinergia defecatoria?
La disinergia defecatoria ocurre cuando hay una coordinación inadecuada de los músculos del suelo pélvico durante la defecación. En lugar de relajarse, estos músculos pueden contraerse o no relajarse adecuadamente, dificultando la evacuación de las heces.
Los síntomas pueden incluir esfuerzo excesivo para defecar, sensación de evacuación incompleta, y necesidad de maniobras manuales para facilitar la defecación. ¿Te suena? Son síntomas típicos del estreñimiento.
Resulta que el estreñimiento crónico puede estar relacionado con problemas como la disinergia defecatoria, un trastorno del suelo pélvico que afecta la evacuación intestinal. Actualmente, está más que demostrado que la disfunción del suelo pélvico puede causar problemas intestinales como el estreñimiento y la dificultad para defecar.
Esta descoordinación de los músculos del suelo pélvico en la defecación también se denomina contracción anal paradójica, anismo, disinergia del suelo pélvico, defecación obstructiva, contracción paradójica del puborrectal, obstrucción de la salida pélvica o síndrome del suelo pélvico espástico. Todos estos términos hacen referencia al mismo problema: una disinergia defecatoria.
Hay muchas personas con estreñimiento
La prevalencia mundial del estreñimiento crónico varía del 11% al 18%. Esta prevalencia ha sido subestimada porque la mayoría de las personas que padecen estreñimiento no buscan atención médica.
La defecación disinérgica se detecta tanto en personas con estreñimiento crónico, como en personas que sufren de tránsito colónico lento o síndrome del intestino irritable con predominio de estreñimiento.
¿Cuál es la causa de un estreñimiento por disinergia defecatoria?
El origen de la defecación disinérgica no está claro. En muchos casos, encontramos que el problema comenzó durante la infancia (en el 31% de los pacientes). También se inicia a partir de un evento en particular, como el embarazo, un traumatismo o lesión de espalda (en el 29% de los pacientes).
En el 40% de los casos, no existe una causa clara desencadenante.
Según varios estudios, dos tercios de las personas con estreñimiento por disinergia defecatoria, adquieren esta condición durante la edad adulta. En este grupo, el 17% refiere antecedentes de abuso sexual, dato relevante a tener en cuenta.
También se observa que personas con alteraciones en la consistencia de las heces, con paso frecuente de heces duras, también tienen más riesgo de desarrollar un estreñimiento crónico por disinergia defecatoria. Por lo tanto, el esfuerzo excesivo para expulsar las heces duras, con el tiempo, también puede conducir a la defecación disinérgica.
¿Qué le pasa a tu suelo pélvico si tienes estreñimiento por disinergia defecatoria?
Si padeces estreñimiento por disinergia defectaroia, probablemente tengas una incapacidad de coordinar los músculos abdominales, rectoanales y del suelo pélvico para facilitar la defecación.
El suelo pélvico es un conjunto de tejidos con múltiples funciones pélvicas. Entre esas funciones está la continencia y la evacuación de manera eficiente. Estos procesos de retención y expulsión requieren de una cooperación intermuscular. Esta coordinación debe hacerse de manera refleja, no depende directamente de las órdenes conscientes que tu le envías a tus músculos. En ocasiones, y por los motivos que hemos comentado antes, esta coordinación refleja se altera.
Sin embargo, esta descoordinación puede recuperarse gracias a la fisioterapia de suelo pélvico.
Este fallo de la coordinación rectoanal consiste en una fuerza propulsora inadecuada, una contracción anal paradójica o una relajación anal inadecuada. Por lo tanto, la falta de coordinación o disinergia de los músculos que están involucrados en la defecación es la principal responsable de esta afección.
Además, más de la mitad de las personas que sufren este problema, también sufren una alteración de la sensibilidad rectal. Recuperar la sensibilidad rectal es fundamental para que seas consciente de cuándo ha llegado el momento idóneo de ir al baño a defecar. Recuperar índices adecuados de a sensibilidad rectal también es posible gracias a la fisioterapia de suelo pélvico.
¿Cuáles son los síntomas de una disinergia defectaoria?
A menudo, las personas que sufren de este problema no expresan voluntariamente todos sus síntomas, por vergüenza a hablar del uso de maniobras digitales para desimpactar las heces o estabilizar la vagina para facilitar la defecación.
Un síntoma que aparece en la inmensa mayoría de las personas con disinergia defecatoria es el esfuerzo excesivo al defecar, además de sensación de evacuación incompleta, heces duras, y una frecuencia defecatoria por debajo de tres veces por semana. Además, es muy habitual la necesidad de usar maniobras digitales para facilitar dicha defecación.
También es significativa la dependencia de laxantes y el estreñimiento desde la infancia, muy asociado a estreñimiento de tránsito lento.
Si el suelo pélvico está en un estado disfuncional avanzado, es habitual que también aparezca dolor de espalda, acidez estomacal y una menor frecuencia normal de deposiciones.
¿Cómo se diagnostica la disinergia defecatoria?
Los síntomas por sí solos no son suficientes para diferenciar entre el estreñimiento de tránsito lento y la disinergia defecatoria. Sin embargo, estudios han demostrado que un número significativo de personas con disinergia defecatoria también presentan características del síndrome del intestino irritable, y ambos pueden ser tratados eficazmente con fisioterapia de suelo pélvico.
Para diagnosticar la disinergia defecatoria, el primer paso es asegurarse de que no haya otras enfermedades o problemas metabólicos subyacentes que puedan estar causando los síntomas. Esto es importante porque el síndrome del intestino irritable puede estar presente en hasta dos tercios de las personas con disinergia defecatoria.
Realizar una evaluación del tránsito colónico puede ser útil. Esto implica observar cómo se mueven los alimentos y los desechos a través del colon. También se puede hacer una sigmoidoscopia flexible, que es una prueba para observar la parte inferior del colon. Esta prueba puede detectar el uso crónico de laxantes, melanosis coli (un cambio en el color de la mucosa del colon), úlceras, inflamación o incluso cáncer.
Es fundamental considerar y descartar otras posibles causas de los problemas de evacuación. Algunas de estas causas pueden incluir:
- Esfínteres anales en espasmo: músculos del esfínter demasiado tensos.
- Hemorroides y fisuras anales.
- Neoplasias anorrectales: tumores en el área rectal y anal.
- Prolapso rectal: caída del recto.
- Proctitis: inflamación del recto.
- Descenso perineal excesivo: caída excesiva del perineo.
- Invaginación intestinal: pliegue del intestino en sí mismo.
Estas condiciones pueden identificarse fácilmente con pruebas específicas, lo que permite un tratamiento adecuado y efectivo. En una exploración de suelo pélvico, guiada por una fisioterapeuta especialista, las condiciones de prolapso, espasmo muscular y descensos perineales son fácilmente identificables.
El tacto rectal
El tacto rectal es una parte crucial y reveladora del examen clínico para evaluar problemas intestinales. Este procedimiento sencillo puede proporcionar mucha información valiosa sobre tu salud y la presencia de una disinergia defecatoria.
Durante el tacto rectal, se examina el área perianal y el interior del recto usando un dedo enguantado. Este examen puede detectar varios problemas, tales como:
- Estenosis (estrechamiento del canal anal)
- Espasmo o sensibilidad
- Presencia de masas o sangre
- Consistencia de las heces. Si hay heces presentes, el especialista te preguntará si eres consciente de ellas, ya que la falta de conciencia puede indicar hiposensibilidad rectal.
La manometría rectal
Esta prueba mide la sensibilidad rectal, los reflejos y la capacidad del recto para estirarse. En concreto, la manometría detecta estos aspectos:
- Exclusión de enfermedades: En primer lugar, la manometría anorrectal ayuda a descartar enfermedades graves como la enfermedad de Hirschsprung, que afecta el funcionamiento del intestino.
- Evaluación durante la defecación: Durante la prueba, se mide cómo se comportan los músculos cuando intentas defecar. Normalmente, al empujar, la presión dentro del recto aumenta y el esfínter anal externo se relaja para permitir el paso de las heces. Esta coordinación es un movimiento aprendido y controlado voluntariamente, pero automatizado.
- Identificación de anomalías: En personas con disinergia defecatoria, este proceso coordinado falla. Las anomalías pueden incluir una fuerza de empuje insuficiente, una contracción involuntaria del esfínter anal en lugar de relajación, o una combinación de ambos problemas.
Prueba de expulsión con balón y otras pruebas diagnósticas para la defecación disinérgica
Esta prueba es importante para identificar problemas al defecar. Consiste en introducir un pequeño globo con agua tibia en el recto del paciente, quien debe expulsarlo en privado mientras se mide el tiempo que tarda en hacerlo. Una persona sana suele expulsarlo en alrededor de un minuto, aunque el tiempo puede variar según la postura y el tipo de globo usado.
Aunque también es una prueba que se utiliza para detectar disinergia rectal, no siempre es precisa y puede no detectar el problema en la mitad de los casos, aunque sigue siendo útil como evaluación inicial.
En comparación, estudios como la defecografía y la resonancia magnética defecográfica son más detallados. Estos exámenes muestran imágenes del recto y el suelo pélvico mientras se evacúa, ayudando a identificar problemas estructurales como el prolapso rectal. Aun así, tienen desventajas, como diferencias en la interpretación de los resultados y un coste más elevado.
Otra prueba es el estudio de tránsito colónico, que utiliza marcadores radioopacos o tecnología de cápsula inalámbrica. Es útil para medir el tiempo que tarda en pasar el alimento por el colon. Esta prueba puede revelar problemas de tránsito colónico lento, que a veces están asociados con la disinergia rectal defecatoria.
El biofeedback para el tratamiento de la disinergia defecatoria
Los tratamientos que más van a ayudarte con un problema de estreñimiento crónico por disinergia defecatoria incluyen varias modalidades. Todas ellas son técnicas habituales en nuestra clínica de fisioterapia. El objetivo del tratamiento se centra en usar las técnicas más efectivas para una evacuación más saludable.
El Biofeedback es la técnica esencial para rehabilitar el suelo pélvico. Con el biofeedback aprendes a coordinar mejor los músculos anales durante la defecación. Utiliza sensores para proporcionar retroalimentación en tiempo real sobre la actividad muscular, permitiendo a los pacientes ajustar sus esfuerzos en consecuencia. Es una técnica totalmente indolora.
Este tratamiento se destaca como fundamental si padeces defecación disinérgica. El biofeedback utiliza técnicas de condicionamiento operante para entrenar al paciente en la coordinación adecuada de los músculos abdominales y del suelo pélvico durante la evacuación. Las sesiones de fisioterapia se enfocan en mejorar la habilidad del paciente para defecar de manera efectiva y reducir la descoordinación muscular que caracteriza a la disinergia rectal. Esta terapia ha demostrado una alta tasa de éxito en estudios clínicos, con efectos sostenidos incluso después de dos años de seguimiento.
En definitiva, el biofeedback es una herramienta eficaz para tratar la disinergia defecatoria y mejorar la función del suelo pélvico.
¿Qué otras técnicas de fisioterapia ayudan a resolver la disinergia defecatoria?
La fisioterapia del suelo pélvico juega un papel crucial en el tratamiento de la disinergia defecatoria. Un fisioterapeuta especializado puede diseñar un programa personalizado que incluya ejercicios de fortalecimiento, técnicas de biofeedback y electroestimulación, adaptado a las necesidades específicas de cada paciente.
- Ejercicios de suelo pélvico: Ejercicios específicos para fortalecer, aumentar la percepción muscular o aprender a relajar, ayudan a mejorar la coordinación y la disinergia defecatoria.
- Electroestimulación: La aplicación de corrientes eléctricas de baja intensidad puede ayudar a estimular y normalizar el tono del esfínter anal y de los músculos del suelo pélvico.
- Radiofrecuencia: Esta tecnología ayuda a mejorar la vascularización del tejido, reducir el espasmo y mejorar el colágeno. Al inducir mejoras en la calidad del tejido, todos los parámetros neuromusculares necesarios para mediar en la coordinación esfinteriana, también mejoran.
- Técnicas de relajación: Enseñar técnicas de relajación y respiración puede ayudar a reducir el esfuerzo y mejorar la eficacia de la defecación.
- Terapia manual: La fisioterapia cuenta con numerosos métodos manuales. mediante la manipulación de las estructuras anatómicas, ayuda a normalizar el tono muscular y mejorar las condiciones musculares para una mejor coordinación esfinteriana.
Cambios en la dieta y el estilo de vida
El primer paso consiste en una evaluación detallada que busca identificar y corregir problemas que puedan agravar la defecación, como el uso inadecuado de laxantes o una dieta deficiente en fibra y líquidos.
Se recomienda una ingesta diaria de fibra de hasta 25 gramos, preferiblemente a través de fuentes naturales como frutas, verduras y granos integrales. Además, promover el ejercicio regular puede ayudar a estimular el movimiento intestinal y mejorar la salud general del paciente.
Opciones médicas en casos severos de disinergia defecatoria
En casos más severos o cuando otros tratamientos no han sido efectivos, se pueden considerar procedimientos más invasivos como la inyección de toxina botulínica en el esfínter anal para relajarlo temporalmente.
También puede valorarse en casos extremos la miectomía para remover parte del músculo esfinteriano, o la ileostomía para derivar temporalmente las heces fuera del colon. Estas opciones son menos comunes y se reservan para situaciones específicas donde los tratamientos estándar y el biofeedback no han proporcionado alivio adecuado.
Si padeces estreñimiento por disinergia defecatoria, ponte en manos de un especialista
La fisioterapia del suelo pélvico es una herramienta eficaz para tratar esta disfunción, ayudando a las personas a restaurar una función intestinal normal y a liberarse de los incómodos síntomas del estreñimiento crónico.
Si crees que podrías estar sufriendo de disinergia defecatoria, es fundamental que consultes a un especialista en salud. Empieza por un médico especialista en coloproctología, un gastroenterólogo o un fisioterapeuta de suelo pélvico, para recibir una evaluación y tratamiento apropiados.
No dudes en consultarnos si necesitas una evaluación de suelo pélvico para valorar tu caso. Tratar adecuadamente los trastornos del suelo pélvico es clave para una salud digestiva óptima.
Laura Pastor. Directora de Evexia Salut. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica y salud sexual humana. Psiconeuroinmunóloga clínica. Docencia y divulgación.