Los juguetes sexuales pueden ser terapéuticos
¿Sabías que usamos objetos para el disfrute sexual desde hace más de 30.000 años?
Y tú que te creías (como yo) de las más modernis del barrio, presumiendo de tu succionador de clítoris entre copichuelas y risillas con las amigas o las compis de curro.
Pues resulta que estas cosas son más viejas que la tos.
Ahora lo que pasa es que llevan WiFi y USB. Y los materiales han mejorado algo también, pero vamos... más antiguo que el andar a pie.
Por ejemplo, ya el uso de aceite de oliva como lubricante sexual se remonta al año 350 a. C. Que no digo (que te veo venir) que tengas que usar aceite de oliva como hacían los romanos en sus bacanales. Pero, como te decía, los juguetes eróticos nos pueden parecer algo novedoso, aunque no es así.
El juego erótico y los artilugios para mejorar el goce íntimo, son recursos y herramientas tan antiguos como la humanidad. Así como el instinto de supervivencia es innato a la condición humana, también lo son el placer, el jolgorio y el sexo ocioso. Porque sí, la sexualidad tiene una función erótica que va más allá de la función meramente reproductiva.
Si esto es tan antiguo, ¿en qué momento se tuerce la historia hasta el punto de estigmatizar duramente el uso de los juguetes sexuales y el placer?
Aunque en los últimos años ha habido un incremento por el interés en la salud y la educación sexual, los juguetes sexuales siguen estando desacreditados en muchos ambientes sociales y culturales.
Su venta aun está prohibida en muchos países por considerarse objetos obscenos que incitan a prácticas poco morales.
Mucha gente asocia el recurso de los juguetes sexuales a una experiencia sexual de segunda categoría o se perciben como rivales en la cama, cuando los estudios realizados hasta el momento concluyen que los juguetes sexuales enriquecen la experiencia sexual, tanto a nivel individual como en pareja.
Pues bien, a dejarse de remilgos porque los juguetes sexuales pueden ser extraordinarias armas terapéuticas para el tratamiento de las disfunciones sexuales.
La FDA, Agencia del Medicamento Americana, lleva autorizando y validando hace tiempo el uso de determinados dispositivos, comúnmente denominados juguetes sexuales, para tratamientos médicos.
Y la Sociedad Internacional de Medicina Sexual está publicando estudios muy contundentes sobre los beneficios de usar juguetes para mejorar la salud sexual de las personas adultas, siendo particularmente útiles en el contexto de la disfunción sexual.
Con la salud no se juega, pero sí puedes jugar para mejorar tu salud... y hacerlo sin remordimientos.
Dale al PLAY.
El erotismo se cultiva lejos de dogmas y cánones restrictivos.
Laura Pastor. Directora de Evexia Salut. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica y salud sexual humana. Docencia y divulgación.