Porqué finges el orgasmo
¿Sabías que existe una escala para clasificar las razones que nos empujan a fingir el orgasmo? Se llama The Faking Orgasm Scale y clasifica el fingimiento en base a 4 motivos principales.
En la formación que imparto sobre Fisioterapia aplicada a la Sexología en Fisiofocus, siempre comento el estudio que he escogido para esta nueva entrada del blog. A las alumnas les da risilla, pero a medida que lo vamos comentando, cambian a una expresión más taciturna. Te cuento:
En The Faking Orgasm Scale (Cooper et al. 2014) se clasifica el fingimiento en base a 4 motivos principales:
- Engaño altruista: vamos a fingir el orgasmo, vaya a ser que la pareja sexual vea perjudicada su autoestima...
- Miedo e inseguridad. Fingiendo el orgasmo, creemos evitar emociones negativas asociadas a la experiencia sexual, sensaciones de inseguridad o evitamos enfrentarnos a la preocupación de "no ser normal por no llegar al orgasmo".
- Aumentar la propia excitación. Hacer algo de teatrillo puede tener su lado positivo...
- Aplazamiento sexual, fingiendo el orgasmo se termina el sexo.
Volviendo al estudio de Uribe et al. (2015), un 43,6% de las participantes fingen orgasmos por diferentes motivos, coincidiendo todos ellos con la escala FOS. La principal razón es el engaño altruista, que busca beneficiar de alguna forma a la pareja. Y se añade una razón adicional: la propia imposibilidad de sentir el orgasmo.
En el National Health and Social Life Survey (1992), la disfunción sexual femenina alcanzó un 43%, siendo un 25,72% problemas del orgasmo; y el estudio PRESIDE (2008) (Prevalence of Female Sexual Problems Associated with Distress and Determinants of Treatment Seeking), realizado en 31.851 mujeres, registró un 21% de problemas con el orgasmo.
Pero, en serio, el orgasmo no es tan importante. ¡No lo digo yo, lo dice la literatura científica!
Los manuales especializados recalcan dos aspectos determinantes en la presencia de una disfunción sexual: la satisfacción y el grado de estrés.
Es decir, una persona sin orgasmos, puede ser extremadamente feliz sexualmente hablando, si existe satisfacción y no hay angustia relacionada con el orgasmo no manifiesto. En estos casos no debe considerarse una disfunción sexual. Alcanzar el orgasmo sí o sí, no es conclusivo para la función sexual.
Y hasta que esto no lo entiendas, lo creas y lo integres, seguirán saliendo estudios que corroboren las cifras del fingimiento del orgasmo, con horquillas tan amplias del 20 al 90% de fingimiento, según diferentes fuentes.