Útero, histerectomía y placer
El útero es un órgano erótico que participa en la respuesta sexual. Durante la excitación, su cuerpo se verticaliza gracias a la puesta en tensión de los tejidos fasciales que hay en el interior de la pelvis, concretamente de la tracción generada por los ligamentos cardinales y los sacrouterinos. También se contrae y se relaja al mismo ritmo que el orgasmo. El útero es un órgano sexual: reproductivo y erógeno a la par.
Oxitocina, la reina del baile
El útero bailará plácida y espasmódicamente cuanta más oxitocina sintetice tu cerebro. Durante el orgasmo, el parto y la lactancia esta hormona te inunda las venas y, a más concentración fluya, mayores serán los traqueteos uterinos.
En el orgasmo, la oxitocina implica mayor placer y en el parto supone un segundo menos para ver a tu bebé. El útero se contrae durante el orgasmo en función de la síntesis de esta maravillosa hormona, por eso no siempre son perceptibles esas contracciones que muchas mujeres definen como "calambrillos de placer". No siempre estamos a full de esta hormona.
Por otro lado, el útero recibe inervación de varias vías, así que la transmisión de las sensaciones también tiene que ver con esa percepción. Determinadas cirugías como la histerectomía radical requieren cortar los nervios sensoriales que irrigan el cérvix y/o el útero. No es sorprendente entender que después de intervenciones que afectan a esta parte de nuestro cuerpo, la respuesta sexual se vea afectada. Algunas mujeres describen falta de sensaciones vaginales o no experimentan los orgasmos de manera tan intensa como cuando tenían el cuello del útero intacto.
El grado en que una histerectomía afecta al placer, depende también de las regiones genitales cuya estimulación provoca la activación de dicha respuesta sexual.
Esto varía de una persona a otra, existiendo mujeres que prefieren una estimulación más vulvar, alrededor del glande del clítoris y otras que prefieren una estimulación más profunda en la vagina o incluso el cuello del útero. Éstas últimas tendrían más probabilidades de experimentar una disminución de la sensación y, en consecuencia, mayor variación de la respuesta sexual después de una histerectomía. Es más probable que los nervios que inervan esos órganos (pélvicos, hipogástricos y vagos) queden dañados o seccionados en el curso de la intervención.
Para algunas mujeres, la calidad del orgasmo está relacionada con el movimiento del cuello uterino y el útero, por lo que la intensidad del orgasmo disminuye cuando se eliminan estas estructuras. Ya en los años 80 se publicó el estudio Supra Vaginal Uterine Amputation VS. Hysterectomy. Effects on libido and orgasm en el que participaron 212 mujeres y en el que se asoció la extirpación del cérvix con una menor incidencia de orgasmos (en relación al subtotal de histerectomías en las que se conservaba esta parte de la anatomía).
El cuello uterino no es un órgano inútil y no debería extraerse durante una histerectomía sin una indicación adecuada, ya que se produce una importante pérdida del plexo úterovaginal o de Frankenhauser, con el consiguiente efecto sobre el orgasmo en muchas mujeres.
¿Y tú? ¿Sientes hormigueos de placer uterino?
Laura Pastor. Fisioterapeuta especialista en reeducación uroginecológica. Fisiosexóloga. Psiconeuroinmunóloga clínica.