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Como lo lees. El Santo Grial de la sexualidad no existe o al menos, no tal y como nos lo habían contado. Este artículo me ha llevado un curro que ni te cuento, pero te voy a contar todo lo que a día de hoy sabemos a ciencia cierta (literalmente) sobre el punto más buscado y deseado de la historia...

El trastorno de excitación genital persistente (TEGP) es una afección rara en la que experimentas excitación genital (lubricación vaginal, erección de clítoris, tumefacción...) pero sin que vaya acompañada de ningún deseo erótico.

¿Sabías que existe una escala para clasificar las razones que nos empujan a fingir el orgasmo? Se llama The Faking Orgasm Scale y clasifica el fingimiento en base a 4 motivos principales.

La vitamina-D es fundamental para cientos de procesos en nuestro organismo. En la naturaleza se encuentra de dos formas distintas: ergocalciferol o vitamina D2 y colecalciferol o vitamina D3.

Dolor pélvico, pesadez perineal, urgencia miccional, dolor pélvico poscoital, varices vulvares o varices en las piernas, ... Todo esto puede tener un origen común: un problema circulatorio por reflujo y/u obstrucción en las venas ováricas y/o pélvicas. Lo que se conoce como Síndrome de Congestión Pélvica (SCP).

Ahora que se acerca el veranito, las cistitis asoman la cabeza más que en otras etapas del año. Si solamente has tenido un encuentro esporádico con lo que se conoce como infección del tracto urinario inferior (ITU), de esas que sólo duran unos pocos días, no habrás notado cambios importantes en tu zona genital, vaginal o en tus dinámicas...

No te descubro nada nuevo si te digo que la Vitamina D juega un papel INDISPENSABLE en tu salud y que es fundamental para el desarrollo y preservación de la densidad ósea, puesto que influye en el metabolismo y la absorción del calcio.

En esta ocasión me pongo en plan técnico para hablarte de algo que veo a diario en la consulta: muchas personas con algún tipo de disfunción de suelo pélvico tienen asociado algún síntoma sexual, ya que ambas categorías comparten varios factores de riesgo que contribuyen al desencadenamiento y mantenimiento del problema.

Si estás en mi lugar, seguro que es una pregunta que te han planteado muchas veces, poniendo los ojos como platos y levantando una ceja. O quizá es una pregunta que le has hecho recientemente a alguien que es fisio, pero que sorprendentemente no se dedica a especialidades más conocidas como la traumatología, la neurología o el deporte.